Uno de los hitos más importantes dentro de lo que es la relación entre el Pueblo Mapuche y el estado chileno, después del regreso a la democracia (¿?), es el llamado Conflicto de Ralco. Este hecho demostró irrefutablemente que el objetivo que la Concertación tenía para el "país de al lado" (Chile) era la consolidación del modelo económico, social y cultural impuesto por la dictadura militar. De esta forma, las promesas del Pacto de Nueva imperial se van al tacho de la basura (para llegar a un basural que seguramente está inserto en alguna de nuestras comunidades) y se termina el "romance" entre las organizaciones Mapuche y los gobiernos concertacionistas.
Es increíble pensar que el hijo de un ex-presidente asesinado por la dictadura sea capaz de generar tanto dolor a otros seres humanos... por dinero. No olvidemos que el último día del mandato de Eduardo Frei (10 de marzo del 2000), la contraloría despacha el decreto que otorga la concesión eléctrica para la construcción de la central Ralco, último trámite para continuar con la obra. No se respetaron informes ambientales, estudios etnológicos, antropológicos o arqueológicos, ni menos la voluntad de las comunidades Pewenche afectadas directamente. Obviamente la oposición de la Nación Mapuche en su conjunto no iba a ser argumento suficiente para detener la obra.
El caso de Frei no es el único. Hemos visto que el poder ha transformado a personas que sufrieron persecución, encarcelamiento, torturas o pérdida de seres queridos durante la dictadura. Preocupantemente, personas como la misma Michelle Bachelet ahora son cómplices de innumerables violaciones de derechos humanos fundamentales en contra de nosotros, los Mapuche. Esto me lleva al siguiente cuestionamiento: ¿Será el poder y el dinero capaz de transformar de igual manera al Mapuche?
A través de la derrota de Ralco, descubrimos la verdadera cara de la Concertación.
Hoy en día, en que se supone ya aprendimos la lección de Ralco, nos vemos enfrentados a la segunda parte esta historia: "Ralko 2", "Ralko Reloaded", "Ralko, El Regreso",... Esta vez hay que apuntar nuestras lanzas (waiki) hacia SN Power (Noruega) y su filial Trayenko S.A.
SN Power tiene los siguientes proyectos de bajo impacto en lo que actualmente es la Región de Los Ríos: Reyehueico (34 MW), Pellaifa (108 MW), Liquiñe (118 MW) y Maqueo (320 MW), las que pretenden ubicarse en las comunas de Panguipulli, Futrono y Lago Ranco.
Como es de esperarse, nuestros peñi y lamüen de los territorios en que SN Power pretende levantar sus centrales no iban a quedarse de brazos cruzados. A través del blog denominado "Mesa Pellaifa Newen" podrémos estar al día con la información generada por las comunidades afectadas.
Mail: pellaifanewen@gmail.com
No está demás visitar el sitio de los
tsukifü (
weñefe) de SN Power:
CLICK AQUÍAhora nos vamos un poco más al sur, hasta el norte de ChauraKawün (Osorno). Aquí las waiki deben apuntarse hacia la empresa eléctrica Pilmaiquén S.A., que pretende instalar una central en el río Pilmaiken (Pilmaiquén) inundando sitios sagrados y destruyendo terrenos de familias Mapuche.
La defensa del río Pilmaiquén se hace visible en internet a través del blog denominado "No a las Hidroelectricas en el Río Pilmaiken":
Mail: mongen.pilmaiken@gmail.com
Más información acerca del Conflicto de Pilmaiken (Pilmaiken Weichan):
Aquí1 y
Aquí2.
¿Han notado que gran cantidad de empresas y centrales hidroelécticas, aparte de invadir nuestro territorio ancestral, se colocan nombres en nuestra lengua? Lo más chistoso del asunto es que estas empresas, que obtienen millones de dólares al año con la explotación de nuestros recursos naturales, ¡¡¡tienen el descaro de cobrarnos por la energía eléctrica que cosumimos!!!.
Cómo vemos, el Conflicto Hidroeléctrico recién comienza. Ante ésta situación es urgente realizar un trabajo de apoyo a los hermanos y hermanas que están resistiendo la invasión de megaproyectos (no tan sólo hidroeléctricos): marchas, lienzos, foros y/u otros tipos de "manifestaciones" si es que fuese necesario.
No puede repetirse lo ocurrido con Ralko.
Fentepui ta tüfachi wisrintu.
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