miércoles, 20 de mayo de 2009

El problema de la traducción (Parte I)

Desde que salí de mi tierra para ingresar al mundo universitario (hace unos 7 años), he tenido el privilegio de conocer varias “realidades” del gran territorio Mapuche. Muchas de estas vivencias han marcado para siempre mi forma de ver y vivir la vida, de entender nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro como Nación preexistente al estado de Chile, y me han mostrado el rumbo por el cual quiero andar hasta el momento de reunirme con mis Kuifikeche yem.

En estos años he conocido gente que me ha inspirado y de la cual he aprendido bastante: amigos, hermanos, kimche, dirigentes, weichafe, profesores,… Siempre estaré muy agradecido de ellos y no olvidaré sus enseñanzas y buen corazón.

Producto de todo lo que he vivido y aprendido (espero), ha sido inevitable comparar las realidades de otros territorios con la realidad de mi territorio. El resultado de dicha comparación ha sido la más lamentable decepción: nuestra lengua sólo la mantienen algunas personas mayores de 50 años, nuestra antigua religión ha sido reemplazada con religiones extranjeras (cristiana principalmente), no existe el orgullo de ser Mapuche y de pertenecer a una gran nación ancestral, y no tenemos definición de lo que queremos ser y lograr a futuro.

¡Soy muy descuidado! ¡El lector o lectora no tiene por qué saber cuál es el tuwün del autor de estas líneas!

Aunque me siento decepcionado de la realidad actual, nunca ocultaré mi orgullo de haber nacido en el territorio Künko, tierra a la que estoy pronto a volver para intentar cambiar (aunque sea un poco) la decepcionante “realidad”.

Pero, ¿Dónde queda el territorio Künko?

El territorio del cual provengo abarca las actuales comunas de San Pablo, San Juan de La Costa, y Río Negro, en el fütalmapu Mapuche del sur o Fütawillimapu (El Gran Territorio del Sur). Por lo tanto, soy de aquellos a los que se denomina williche.

En la Fütawillimapu, la Lengua Mapuche recibe el nombre de Che Süngun que significa “el habla de la gente (Mapuche)”, donde “che” muchas veces se pronuncia como “tse” dependiendo del grado de formalidad del contexto. Lamentablemente no cuento con “vivencias” que me permitan emitir un juicio respecto al estado de conservación del Che Süngun en territorios como Lago Ranco, Maihue o Chiloé. Demás está decir que las fuentes bibliográficas existentes no han sido lo suficientemente exhaustivas en cuanto a la verificación de la vitalidad de la Lengua Mapuche en Willimapu: generalmente son trabajos mediocres cuyas conclusiones se basan más en prejuicios, que en un análisis profundo de la realidad lingüística.

¿Y cuál es el estado de la Lengua Mapuche en el territorio Künko?

En mi tierra la realidad es decepcionante (valga la reiteración): actualmente no existen hablantes de nivel medio (ni menos de nivel alto) que sean menores de 50 años. Habemos algunos que podemos conversar de 5 a 10 minutos en un Che Süngun muy básico y muy lento, pero la gran mayoría no conoce más que un conjunto pequeño de palabras y oraciones simples. Esta es la triste realidad en las actuales comunas de San Juan de La Costa, San Pablo y Río Negro. Podríamos incluir en este grupo a la comuna de Osorno, aunque pertenezca a otro territorio.

Si la situación descrita no es el último suspiro antes de la muerte del Che Süngun, no sé qué podrá ser.

En mis andanzas en otros territorios, he oído (y visto) como niños de 5 años tienen un nivel mucho más alto que el mío y he visto a jóvenes de mi edad hablar el Mapu Züngun o el Che Düngun con un nivel de elegancia y abstracción sorprendentes… ¡Qué no daría yo por sacar un nütramkan como los que he oído!

Inevitable resulta entonces la comparación y la consecuente decepción.

Lo bueno es que no sólo de lamentaciones vive el hombre (y la mujer). Estoy convencido de que con un trabajo serio que comencemos AHORA, lograremos que nuestros descendientes puedan replicar lo que en otros territorios aún puede vivirse.

Aclaración 1: La idea de compararse es la de tomar conciencia de los defectos propios y no de las fortalezas de nuestros pares. A partir de esa “toma de conciencia” es posible, entonces, poder empezar un proceso de recuperación y autosuperación

Aclaración 2: La situación actual en el territorio williche es consecuencia de los procesos históricos que difieren en buena medida de los procesos ocurridos en el territorio Wenteche, Nagche y Pewenche. Recordemos que la invasión al territorio Künko empezó con posterioridad al Tratado de Paz de 1793.

Con el ánimo de que nuestros descendientes hagan uso del Che Süngun (porque nosotros ya estamos perdidos) me he puesto a trabajar en varias ideas respecto a como utilizar la tecnología disponible al servicio de la recuperación de la Lengua Mapuche. Dos de dichas ideas ya tienen forma: el Pichi Diccionario (en sus dos versiones) y el constructor de oraciones en Che Süngun. Si bien, tanto el Pichi Diccionario como el constructor fueron pensados en un comienzo como pilares de lo que pretendo sea un TRADUCTOR, dichos software son ya una ayuda para quien desee aprender el Che Süngun.

Aprovecho de agradecer a todos a quienes han utilizado mis programas y me han enviado sus sugerencias. Próximamente, el Pichi Diccionario incluirá archivos de audio, superándose así la limitación del Che Süngun escrito (que pucha que trae inconvenientes). Por motivos de tiempo, el Pichi Diccionario V3.0 saldrá después de las vacaciones de invierno, o sea, a principios del próximo año (We Tripantu).

Respecto a otras ideas (un tanto descabelladas) que tengo para aportar a la recuperación del Idioma Mapuche en Willimapu, espero concretar algunas de ellas a mediados del próximo año, específicamente en las vacaciones de verano.

Mucho blabla. Ahora al grano.

¿Alguien ha pensado alguna vez cómo funciona un traductor?

Yo sí.

Hace unos cuatro años se me pasó por la cabeza el hacer un traductor Winka Süngun – Che Süngun y viceversa. En ese entonces creía que toda lengua era capaz de reducirse a un conjunto de reglas susceptibles de llevarse a un algoritmo de programación. Hoy me parece una pretensión un tanto lejana debido a que estaríamos afirmando que el pensamiento se rige por una lógica estática… ¡Eso es inconcebible desde el Mapuche Srakisuam!

La mente humana es algo que va más allá de la lógica. Es infinita. Un algoritmo es sólo lógica. Es finito. En tal sentido, es impensable el pretender que un software, por muy complejo que pueda ser, contenga en sí lenguas “humanas” (dinámicas) y pueda efectuar la traducción entre ellas tal como lo haría un traductor humano. Lo que sí podremos lograr son muy buenas aproximaciones (aunque si utilizáramos algoritmos combinados con redes neuronales artificiales o con ¿modelos ocultos de Markov? quizás podríamos superar el carácter estático de los sistemas de traducción... definitivamente hay que hincarle el diente al área de Inteligencia Artificial.).

Planteémonos problema de generar un programa que permita efectuar la traducción desde el español (Winka Süngun) al Che Süngun. Éste será nuestro desafío… pero por ahora llegamos hasta aquí.

Fenten mañum.

Videos de YouTube