miércoles, 30 de junio de 2010

jueves, 17 de junio de 2010

El We Tripantu y la reconstrucción de la Astronomía Mapuche (Parte III)

Las últimas publicaciones a las que nos referiremos están basadas en las investigaciones Juan Ñanculef Huaiquinao: una es un artículo que aparece en el sitio Sapiensa.net (2005) y el otro es un reportaje del diario La Nación (2009). El primero es un artículo relativamente extenso, el cual visto desde una mirada occidental podría considerarse como una mezcla de postulados astronómicos con postulados astrológicos. Resumiré los puntos que aporten al tema que estamos tratando:

1. El peñi Ñanculef postula que nuestros antiguos tenían un calendario perfecto: “El Pueblo Mapuche generó hace miles de años un calendario de 13 meses de 28 días fijos cada uno con un ciclo anual de 364 días el TXIPANTU”.

2. “La fórmula matemática de los ciclos, estaba dado por la siguiente fórmula matemática y ha sido reproducida en muchos tejidos ancestrales, bajo la figura de la Cruz Cuadrada, o KALÜL CHE, como le llamamos ancestralmente a esta Cruz. (El Cuerpo Humano):

WÜLTEY = Q x T x A, (kiñe Warranka Wenu)

Donde:
Wültey es el ciclo que equivale al traslado de la tierra en torno al Sol.
Q, es la cantidad de traslado, y representa el Agua en muchas culturas es AQ’UA
T, es TÜWAY y es el tiempo, medido como (giros) en Mapuzugun.
A, es Antü (sol), Tantos soles. Años. Txipan-Antü, tantas salidas del Sol.
Kiñe Warranka Wenu = Elevado a mil.

Estos dibujos además de matemáticos constituían los grafemas de la escritura mapuche, que eran en total 12 grafemas explicativos de los ciclos y la lectura del pasado y del futuro. Constituyen ideogramas aún no develados, como el viaje del Alma por ejemplo, o el laberinto de la Machi.”

3. Respecto a la lucha de Kai Kai y Tren Tren (el agua versus la tierra), el peñi Ñanculef afirma: “el Pueblo Mapuche sabe que este es un proceso cíclico que se debe producir para bien o para [mal], de entre cada 12 mil a 16 mil años, con un espacio intermedio de MIL años, KIÑE WARRANKA, donde el Warranka representa el ciclo milenario” (ciclos básicos de 12.000 años).

4. Se puede concluir que el pueblo Mapuche cumple 12.477 años este 21 de junio de 2010, dado que cuando llegaron los españoles el calendario Mapuche indicaba el año 12.007 (1.540 del calendario occidental).

5. Existen ciclos intermedios de 64 años, 81 años y 144 años (cuadrados perfectos), basados en ciclos naturales.

6. Existen ciclos cósmicos de 1.000 años: “el sistema solar completo cambia de status, cayendo bajo la dominación energética de otras constelaciones, lo cual hace que vengan grandes cambios en la tierra por la influencia de esas energías”.

La segunda publicación es un reportaje del diario chileno La Nación, de junio de 2009, en el que Juan Ñanculef reitera la data del Pueblo Mapuche (más de 12.000 años), además de nombrar cuatro constelaciones Mapuche:
  • Willi leufü o río del sur (centro sur de la Vía Láctea)
  • Luan, galaxia del wemul o constelación de la cabra (aymara y occidental) al norte de la Cruz del sur.
  • Welu witxau filu, galaxia de la serpiente de dos cabezas, sur oeste de las Tres Marías.
  • Gül poñü o galaxia de las papas arrumadas, fondo izquierdo (oeste) de las Tres Marías.
Imagen 14: El Calendario Mapuche de 13 küyen.

Respecto a las investigaciones de Juan Ñanculef podemos decir que la idea tan difundida de los 13 meses de 28 días es una aproximación de la realidad, dado que entre una fase lunar y su repetición transcurren 29,53 días en promedio, es decir, unos 29 días, 12 horas y 44 minutos (aunque el giro completo de la luna alrededor del planeta Tierra es de aproximadamente 27,3 días, es decir, unos 27 días, 7 horas y 43 minutos). Y no es que quiera echar abajo las convicciones de muchos peñi y lamüen, pero se ha sobredimensionado la perfección del calendario Mapuche: hace unos meses calculé “a mano” los ciclos de la luna, con meses lunares de 28 días, y los ciclos del sol, con una traslación promedio de 365,25 días y concluí que los ciclos teóricos no coinciden con los ciclos observables (si hay alguien interesado le puedo pasar la planilla en formato Excel). Hice el mismo ejercicio con meses lunares de 29,53 días y la traslación del sol mencionada: llegué a los ciclos lunares de 19 años registrados por muchas culturas, fenómeno que atenderemos más adelante a través de ejemplos, por lo que concluí que nuestros antiguos seguramente contaban 12 meses y reservaban algunos días para la celebración del “año nuevo” (un desfase de 10,89 días para cada tripantu, “comodines” en términos de Ñanculef)… lo curioso es que suponiendo que para cierto We Tripantu hay una fase lunar determinada, digamos luna creciente, dicha conjunción de fenómenos debería repetirse de la misma manera cada 12.175 años (si es que mis cálculos están correctos), es decir, los calendarios lunar y solar se reinician (claro que en dicho periodo de tiempo se presentarán We Tripantu y lunas crecientes “casi” con las mismas características iniciales). En lo concerniente a la cantidad de meses de un año Mapuche, en el Arte de Luis de Valdivia se afirma que son doce, pero no he encontrado más fuentes orales o escritas que ratifiquen esta información.

Respecto a la fórmula matemática de los ciclos, que se supone comparten otras culturas de lo que hoy es Latinoamérica, necesitamos dedicarle un análisis en detalle para intentar comprender su lógica. Sólo diremos que es casi seguro que hay un error en lo que respecta a Kiñe Warranka Wenu (Elevado a mil) pues para todo número mayor que 1, al elevarse a mil produce un número inmensamente grande que supera por mucho el orden de las cuatros cifras. Trataremos de desentrañar esta fórmula cuando recopilemos más antecedentes. Por otro lado, respecto a la existencia de ideogramas Mapuche tengo que decir que estoy totalmente de acuerdo, pero que no tengo información que respalde mi “tincada”.

Acerca de Tren Tren y Kai Kai, evidentemente estamos hablando de una narración que data de tiempos muy remotos, en el que territorio Mapuche estuvo sometido a una elevación “apocalíptica” del nivel del mar y/o grandes inundaciones, acontecimiento que nunca fue olvidado y que quizás (porque no es descartable) podría tener una data de unos 12.000 años… ¡Se imaginan! ¡Un relato de 12.000 años vivo en la memoria de una Nación! En mi opinión la lucha de Tren Tren y Kai Kai se volverá a repetir para dar inicio a un nuevo nacimiento, un nuevo ciclo.

Los ciclos intermedios propuestos por el peñi Ñanculef, no tienen sustento en ciclos naturales según lo que he podido averiguar, pero si tienen cierta lógica.

Teóricamente, el ciclo de 64 años indicaría una relación entre las vueltas que se dan en los Ngillatun Wenteche con el ciclo lunar. Sin embargo, en base a meses de 28 días se presentan distorsiones, pues si la traslación dura 365 días y el año lunar tiene 364 días (13x28), el calendario se atrasa un mes cada 28 años y no en 64 años. Además habría que considerar una pérdida de 0,25 días cada año, por lo que luego de 28 años habría un desfase de 7 días. La verdad creo que el ciclo de 64 años ha sido forzado, en base a una forma de hacer Ngillatun que no se conoce en la Fütawillimapu. Los otros ciclos intermedios y ciclos cósmicos deben ser entendidos desde la óptica del müpiltun (recomiendo al lector o lectora dedicarle un tiempo a la lectura de la publicación en cuestión).

Ahora, centrándonos en las constelaciones aparecidas en el reportaje de La Nación, lamentablemente no aparecen imágenes que expliciten las descripciones, sin embargo se constata la persistencia de nombres en Mapuche y de los astros aludidos, a excepción de los términos willi (sur), gül [ngül] (grupo, agrupación) y filu (culebra, serpiente). También llama la atención la traducción de luan, como wemul y no como guanaco.

(Continúa…)

miércoles, 16 de junio de 2010

El We Tripantu y la reconstrucción de la Astronomía Mapuche (Parte II)

Gracias a una muy breve visita al Instituto de Estudios Indígenas de la Universidad de La Frontera (Temuko), pude ver algunas definiciones recopiladas en el “Diccionario Comentado Mapuche-Español” (1960) de Esteban Erize, publicado en Argentina. Este trabajo compila las más importantes obras dedicadas a la Lengua Mapuche hasta la fecha su publicación, de autores que ya hemos mencionado (De Valdivia, Havestadt, Febrés, De Augusta,…) y de otros que no he podido conocer.

En mi opinión, el diccionario de Erize es un excelente trabajo, aunque su sistema de escritura no es muy elegante. En lo que nos convoca, tenemos las siguientes expresiones (reescritas en Che Süngun):
  • Kolli Pall: Estrella colorada.
  • Luan: guanaco (vocablo quechua españolizado). Luan llaman a un conjunto de estrellas que no sabemos identificar.
  • Pall: nombre genérico de los astros y de las constelaciones, que a veces denominaban por el número de estrellas visibles: decían Küla Pall, por las Tres Marías y Meli Pall por la Cruz del Sur. Palo mediano, especie de barreta o azadón que empleaban para hacer hoyos y para desenterrar papas.
  • Pünon Choike: Rastro o pisada del avestruz. Denominación que daban al grupo de las famosas estrellas Mintaka, Alnilam y Alnitak conocidas por las Tres Marías, alusión a los tres dedos del avestruz americano. Desechamos la acepción de la Cruz del Sur, adoptada por algunos autores, debido probablemente a la contradictoria definición de Augusta quien en su Diccionario define Pünon Choike por Tres Marías y en el suplemento del mismo Diccionario traduce el vocablo por Cruz del Sur. Al traducir el sinónimo Namun Choike Augusta dice prudentemente: “cierta constelación” sin especificar cuál. Según Valdivia y Febrés la Cruz del Sur se denomina Meli Srito, lo que es lógico por ser cuatro estrellas que la componen. En habla moderna se llama Meli Pall.
  • Sritro, Srichro: derecho, recto.
  • Yepun: Pasar a llevar, yendo de aquí para allá. Lucero de la noche; al de la mañana se le designa Wünelfü.
  • Wangülen Mapu: país de las estrellas, firmamento.
  • Wünelfü: Lucero de la mañana. Venus.
Se subentiende del trabajo de Erize, que el franciscano Félix de Augusta no fue muy prolijo en su diccionario en lo que respecta a las constelaciones Mapuche, por lo que se debiera tener cierto resguardo al consultar dicho contenido. Aún así me gustaría confirmar por mi mismo el valor del diccionario de De Augusta para el tema que estamos tratando.

Imagen 5: “Acercamiento a un Estilo de Astronomía Mapuche: Las Diferentes Formas de Observar los Astros” (2008) de Gabriel Pozo Menares

Otro trabajo, reciente que me llamó bastante la atención y que considero realmente notable, es una presentación en power point (en realidad un PDF) llamado “Acercamiento a un Estilo de Astronomía Mapuche: Las Diferentes Formas de Observar los Astros” (2008) de Gabriel Pozo Menares. En dicha presentación, Pozo hace las siguientes proposiciones (transcritas tal cual aparecen en la presentación) respaldadas por imágenes:

Nota: las imágenes de la 6 a la 12, han sido tomadas del trabajo de Gabriel Pozo.
  • Wagül: constelaciones
  • Küzemallu: planetas
  • Yepun: Júpiter
  • Wüñelfe: Venus
  • Gaw, Gaw Poñü, Wüchul Poñü (ver Imagen 6): “¿Ruidosas o agrupadas?”, “papas amontonadas”. Corresponde a las Pléyades. Son indicadoras del inicio del año mapuche. Una semana antes de que aparezcan, el mar comienza a dar fuertes sonidos, como golpes fuertes, indicando que ya van a aparecer (posible onomatopeya de Gaw).
Imagen 6: Gaw, Gaw Poñü, Wüchul Poñü.
  • Welu Wixaw o Wixan (ver Imagen 7): “Unas tiran para allá, otras para acá”. Corresponde a Dseta, Épsilon, Delta; Lota, Theta y c-45 de Orión. Se identifican como “tres estrellas grandes en fila, que casi se cruzan con tres estrellas en fila más pequeñas” (Pascual Coña; citado en Wilhelm, 1930). Su relación puede ser con un antiguo “deporte” mapuche, con un tipo de “baile”, o porque ambas figuras están mutuamente ayudándose para atraer o tirar al Sol en el solsticio de invierno.
Imagen 7: Welu Wixaw o Wixan.
  • Meli Pal (ver Imagen 8) o Kalolasta (ver Imagen 9): “Cuatros azadones” o “La Rastra”. Se interpreta de acuerdo al testimonio de Pascual Coña. Corresponde a alfa, pi, delta y beta 1 del Escorpión. Alfa, cuyo nombre es “Antares”, parece ser Kollü Pal para los mapuche. El cambio de nombre podría deberse a la modernización de los utensilios para el trabajo de la tierra.
Imagen 8: Meli Pal (cuatro azadones)


Imagen 9: Kalolasta (la rastra)
  • Chawün Achawall: “Junta de pollitos”, traducida muchas veces como “la gallina y sus pollos”. Corresponde a las Pléyades del Sur (Lehmann-Nitsche, 1925). Específicamente, la estrella Theta de la Carina (Quilla) corresponde a la gallina, y todas las demás estrellas serían sus pollitos.
  • Pünon Choyke o Namün Choyke (Ver Imagen 10): “Huella de Avestruz” o “Pie de Avestruz”. Ave de mucha importancia. Alimentación en el pasado. Permitió la procreación (ver Piam “El Viejo Lat’apay” en Lenz, 1895-1897). Se le representa en distintos rituales (Gillatun, Geykurewen); a través del Pülalkantun (juego con hilos); y como dibujo en el Kulxug [ver Imagen 11]. Es la única que presenta una narración de origen, según Claraz (1985), en conjunto con la constelación Lükay (Boleadora). Correspondería a la Cruz del Sur.
Imagen 10: Pünon Choyke o Namün Choyke (Cruz del Sur)


Imagen 11: Choyke Kulxug
  • Lükay o Xana Lükay: “Boleadora” o “Boleadora Lanzada”. Corresponde a las estrellas Hadar (beta) y Rigil Kent (alfa) de Centauro. Es un instrumento que permite cazar avestruces, alimentación principal de los mapuche en tiempos remotos. Junto al Pünon Choyke tienen una narración sobre su origen.
  • Luan o Poxo Luan: El “Guanaco”. Corresponde a las siguientes estrellas del Centauro: épsilon, la cabeza; épsilon-dseta, el cuello; dseta-mi, el dorso; mi-ni, la cola; dseta-eta, la extremidad anterior; eta-zeta, la extremidad posterior (Lehmann-Nitsche, 1925). Se encuentra muy cerca del Pünon Choyke y del Lükay, por lo que se podría interpretar como una completa acción de cacería de estos animales [ver Imagen 12].
Imagen 12: Pünon Choyke (Namün Choyke), Luan (Poxo Luan) y (Xana) Lükay.
  • Rügagko o Menoko: Los dos pozos de agua u ojos de agua. Corresponde a las Nubes de Magallanes. Son fundamentales para la vida: En tiempos muy antiguos habían tres de estos pozos/ojos, pero uno se secó, y un segundo también se está secando. Cuando se sequen los tres, será el final de la naturaleza y del Universo.
  • Rüpü Epew o Wenu Lewfü: “El Camino del Epew” o “Río del Cielo”. Corresponde a la Vía Láctea. Es a través de este camino donde se pueden ubicar todas las constelaciones mapuche revisadas en esta presentación, lo cual es una narración, un estilo de cuento, donde aparece el Choyke con el Luan escapando de Lükay; el trabajo de Meli Pal; la reunión de Chawün Achawaj, entre otros.
En su trabajo, Gabriel Pozo transcribe una narración del origen de “Lükay” y “Pünon Choyke”:

“Fuimos a dormir; el cielo se aclaró y se vio muy bien la Cruz del Sur y las “dos boleadoras”...Los [mapuche] me contaron que las dos Boleadoras, junto al Avestruz, tenían gran significado. Al principio del mundo, un [mapuche] cazó un avestruz y tiró las boleadoras, pero erró. Por eso los mapuche todavía yerran a veces hoy en día. Si hubiese alcanzado al avestruz, los [mapuche] no errarían nunca. Esto fue anotado en el cielo para que los [mapuche] lo recuerden siempre” (“Diario de Viaje de Exploración al Chubut. 1865-1866” (1998) de Jorge Claraz, página 87).

Del trabajo de Gabriel Pozo podemos ver que las propuestas planteadas tienen el respaldo de narraciones y del trazado coherente de imágenes en el firmamento. Sin embargo, a la luz de los anteriores autores, me parece que Pozo ha errado en algunos puntos que veremos posteriormente, cuando en base a la información recopilada lleguemos a algunas conclusiones. Destaquemos la aparición de la expresión Kollü Pall (Kolli Pall) como el posible nombre Mapuche de la estrella Antares (la estrella más importante del Escorpión, de color rojo).

Imagen 13: Escudo diseñado por Robert Lehmann-Nitsche para representar a la provincia argentina de la Pampa. Se observa la constelación del “Guanaco Celestial”.

Hace poco tiempo me topé con otra publicación muy interesante llamada “La constelación del guanaco” (2008) de David Williams, que supongo es argentino, referida a los conocimientos astronómicos de los pueblos de las pampas del waisüf mapu (hoy Argentina) que convivieron con nuestros ancestros Mapuche de ese territorio. Williams hace una recopilación de antecedentes acerca de una constelación con forma de guanaco que aún no ha sido precisada, presentando los dos postulados clásicos, a la vez que agrega una tercera posibilidad para resolver dicha incógnita.

Las tres posibilidades para la constelación del guanaco serían:
1. Las estrellas del centro de la constelación “Centauro” (Lehmann – Nitsche, 1922).
2. Las cuatro estrellas inferiores de la constelación “La Mosca” (Casamiquela, 1993).
3. Las Pléyades (Williams, 2008, siguiendo los avances de otros investigadores).

Williams se basa en dos hechos relevantes: (1) para los “araucanos” de las pampas las Pléyades reciben el nombre de ngau y (2) nau [textual] significa “guanaco” en aonikenk áish. Así mismo señala que hay que considerar que nau [¿ngau?] sería un término de las pampas (traspasado posteriormente Ngulumapu) y que para los Mapuche las Pléyades tendrían el nombre original de “montón de papas” o wütrul poñi. El autor propone que el término nau [ngau] pasó de los aonikenk áish a los gününa kënë, que supuestamente estaban mezclados racial y culturalmente con los Mapuche de Puelmapu, por lo que a través del contacto de los gününa kënë con los Puelmapuche, dicho término llegó a Ngulumapu. Williams deja, además, entrever que este no sería el único préstamo “cosmogónico y mitológico” de los aonikenk aish a los Mapuche.

En base a los que ya hemos visto, si la proposición de Williams es correcta, la incorporación del término ngau a la lengua Mapuche se realizó hace por lo menos medio siglo atrás (ver Luis de Valdivia), lo que demostraría que el Pueblo Mapuche siempre tuvo parte de su población en lo que hoy son las pampas argentinas. Importante destacar que la “casi” ausencia de una traducción propia del término ngau en las obras antiguas, respalda la tesis de que ngau (o nau) es una incorporación de los aonikenk (tewelche), aunque existe el término Mapuche ngaukun (“lavarse las manos”) en el Arte de Luis de Valdivia) con lo que la expresión ngauku poñi (Pléyades para Havestadt) podría traducirse como “papas lavadas”… ¿Superposición de significados? ¿O quedó la palabra aonikenk con significado Mapuche? ¿O ngau es un término Mapuche y sólo es una coincidencia? Trataremos de resolver este problema más adelante.

(Continúa…)

martes, 15 de junio de 2010

El We Tripantu y la reconstrucción de la Astronomía Mapuche (Parte I)


Imagen 1: Ngau, las Pléyades

La historia que da origen a las presentes líneas referidas al We Tripantu o Wiñoi Tripantu se inicia hace unos 5 años atrás cuando revisando libros “por aquí y por allá” me topé con un trabajo del argentino Juan Benigar llamado “Rogativas Araucanas” (1949). En dicho trabajo encontré lo que a continuación transcribo:

“Después de tantas negaciones, grato me es presentar un hecho positivo que, como tantos otros conocimientos debo no a mis esfuerzos sino a una feliz casualidad y que podría mostrarnos la clave para la explicación de las rogativas invernales.

Hablábamos de la fiesta de San Juan con una india vieja, nacida en esta región de Aluminé. Ella la identificaba o confundía con los antiguos festejos del Año Nuevo Indígena, que empezaba con la reaparición por el Oriente de las Cabrillas o Pléyades – gaw. Esa constelación se hace visible a la madrugada, en el solsticio invernal.

Estimo como fidedigna esa noticia por lo espontánea y, a más de la posterior confirmación por otros indios viejos, por su relación positiva con datos de otras fuentes.

[…]

La noticia de la viejita amiga india , no solamente nos ofrece el motivo más probable para las rogativas invernales, sino que también nos resuelve el acertijo del nombre araucano para el año , que es: thipantu y significa la “salida”, el acto de salir. Apenas cabe duda que se refiere a la salida de las cabrillas”.

Juan Benigar en “Ngillatun, Ceremonia Central de la Religión Araucana. Dos versiones para un mismo rito".

Benigar también hace una vaga mención a la importancia de las Pléyades en otras culturas para fundamentar la importancia de esta agrupación estelar.

Esta lectura hizo que me preguntara: ¿Tan poco sé de mi propio Pueblo? ¿Será verdad que ésta es la explicación de la realización del We Tripantu? ¿Qué más sabían nuestros antiguos y antiguas acerca de las estrellas?

Recuerdo que la expresión We Tripantu la escuché por primera vez el año 1994, cuando estaba en 4º básico, en una época en que se estaba dejando de celebrar la “Noche San Juan”, fecha tan arraigada en nuestras müchulla. Desde entonces siempre asocié el We Tripantu con la salida del sol en la noche más larga del año (solsticio de invierno), a pesar de que gran parte de mi entorno celebraba los 24 de junio como el inicio del año nuevo Mapuche.

En mi opinión es evidente que el reemplazo del We Tripantu por la celebración de la Noche de San Juan, el 24 de junio, es una influencia española. Según confirman varias fuentes, la celebración de la Noche de San Juan es una festividad europea que se realiza para los solsticios de verano en el hemisferio norte, en donde la fecha de dicha celebración varía desde los 21 de junio hasta los 28 de junio de cada año. El rito principal de la noche de San Juan es el encendido de hogueras en lugares públicos para “dar fuerza al sol” que a partir del solsticio de verano se va haciendo más débil. Probablemente los españoles celebraron la Noche de San Juan los 24 de junio e influyeron en nuestros kuifikeche yem introduciendo las famosas “pruebas de San Juan” y otras costumbres. En lo particular, me llama la atención de que en la Fütawillimapu exista la creencia de que en la noche de San Juan “arden los entierros”… Quizás tenga que ver con las hogueras de los españoles (¿Inquisición?). Lamentablemente no he podido confirmar si dicha creencia tiene originen en nuestro Pueblo.

Hay que decir que el solsticio invernal es un periodo y no un instante determinado: según podemos leer en el sitio www.circuloastronomico.cl, para este año 2010 (del calendario occidental) el solsticio de invierno comienza el sábado 19, alcanza su punto máximo el lunes 21 a las 11:28 UT (Tiempo Universal), es decir, a las 7:28 AM hora de Chile, y finaliza el jueves 24. Según el mencionado portal de Internet, desde el 19 “el Sol aparece y desaparece por el mismo lugar del horizonte, hasta el 24” y que “sus avances y retrocesos diarios en el cielo son imperceptibles sin instrumentos de precisión” (agreguemos que el lunes 26 de junio habrá un eclipse parcial de luna). En consecuencia, tiene sentido que las celebraciones y ritos de We Tripantu se inicien los 19 de junio y finalicen al amanecer de los 24 de junio de cada año.

Como mencioné anteriormente, a inicios de la década de 1990 se empezó a recuperar el We Tripantu en la Fütawillimapu. Los jóvenes y líderes de esa época comenzaron a averiguar que había antes de la Noche de San Juan logrando traer al presente el rito del muñetun, es decir, el baño de purificación que se realiza en la madrugada del solsticio de invierno y que consiste en lavarse completamente en esteros, arroyos o cualquier agua que “corra”, antes de que salga el sol. Algunos kimche dicen que el muñetun se realiza a eso de las 5 o 6 de la mañana, otros dicen que a media noche y que después hay que correr a transpirar para no enfermarse… Ciertamente falta precisar en qué momento debe realizarse el baño ritual del We Tripantu.

(Actualmente en casi todos los We Tripantu se realiza un muñetun simbólico, síntoma de una falta de compromiso real con la recuperación y mantención de nuestra cultura.)

A pesar de que se avanzó bastante en los noventa, al parecer no se pudo averiguar acerca del comportamiento de las estrellas que observaron nuestros ancestros, por lo que quedó un vacío que a partir de ahora trataremos de ir llenando.

En mi lento caminar hacia el encuentro con el Che Süngun, aprendí de mis mayores algunos conceptos relacionados con el firmamento:

Wanglen/wangülen: lucero.
Kuyiwa/kuyiva: estrella.
Antü: sol.
Ale/küyen: luna.
Wenu Mapu: cielo.

Importante destacar que en la memoria colectiva se encuentra la expresión “lucero de la mañana”, un astro que en algunas épocas aparece antes de la salida del sol y que servía, hasta no hace mucho tiempo, para señalar la hora para tomar la micro que pasaba (y sigue pasando) por las comunidades todas las mañanas rumbo a la actual ciudad de Osorno (ChauraKawün).

Sin embargo, mi curiosidad por saber más me hizo tropezar con trabajos muy interesantes que me están ayudando a reconstruir parte del conocimiento astronómico Mapuche Williche. Debo agregar que lamento el no tener acceso a dos libros que probablemente aportarán mucho a este proceso de reconstrucción: el “Diccionario araucano-español y español-araucano” (1916) de Félix de Augusta y “Astronomía Mapuche” de Aukanaw.



Imagen 2: “Arte y Gramatica de la Lengva qve corre en todo el Reyno de Chile” (1606) de Luis de Valdivia.

La primera fuente de información respecto a los conocimientos astronómicos mapuche los encontré en el “Arte y Gramatica de la Lengva qve corre en todo el Reyno de Chile” (1606) de Luis de Valdivia, texto en el cual encontramos las siguientes definiciones (reescritas en Che Süngun):

Ngau: unas estrellas del cielo.
Ngaullen: estrellas dicen en algunas partes, lo común es, wanglen.
Wanglen: estrellas.
Wünelfü: lucero de la mañana.
Kayupal/Kayupall: las cabrillas del cielo.
Cheurfü: la cometa o aire encendido.
Meli Srito: el crucero de estrellas.
Pall: las siete cabrillas, estrellas.
Srito: el cruzero de las estrellas [sic].

En el mismo Arte de Luis de Valdivia, específicamente en el catecismo, aparecen algunas referencias a astros del firmamento:

P: ¿Pues el sol, la luna, estrellas, lucero, rayo no son dios?
R: Nada de esto es dios, mas son hechuras de dios, que hizo el cielo, y la tierra, y todo lo que hay en ella para el bien del hombre.

Lo que traducido a la lengua Mapuche (MapuZugun), según Luis de Valdivia, sería:

En Santiago:
P: ¿Antü, küyen, wanglen, wünelfe, arumko “dios” no kam?
R: “Dios” no may welu “dios” ñi elel, kizu “dios” wenu tue kay elfilu mapu yukamo ngeluchi kay, ñug pu che ñi kotulleyam.

En La Imperial:
P: ¿Antü, küyem, wanglen, wünelfe, arumko, Pillan “dios” kam fe?
R. “Dios” no may, welu “dios” tañi femel, kizu “dios” wenumo Mapu, tue Mapu kay ta elfilu, fill mapu kungelu chem rume kay, pu che tañi kümeleam.

De la obra de Luis de Valdivia se observa que existirían al menos dos agrupaciones estelares conocidas por nuestros kuifiche yem hacia el 1600: las “cabrillas” (Pléyades) y el crucero de estrellas (Cruz del Sur). Se menciona, además, la existencia de ngau pero no se aporta más información. Por otro lado se observa que el lucero de la mañana (wünelfü) y los cometas (cheürfü) ya habían recibido nombre Mapuche y formaban parte de un conocimiento del firmamento. En lo que respecta al término srito, es posible que se trate de la palabra sretrü (bastón) por lo que meli srito/sretrü podría entenderse como “cuatro bastones” (aunque en el Arte de De Valdivia aparece sretrü como “bordón o muletas”). Posteriormente veremos gráficamente a las agrupaciones estelares (constelaciones, galaxias, etc.) que nos vayamos encontrando.

En lo que atañe a ngau, pude comprobar su persistencia en el tiempo en comunidades cercanas a Temuko, pero no pude conseguir que se me dijera a que grupo de estrellas correspondía. Trataremos de resolver esta interrogante.

Respecto a arumko (asrümko llevado al Che Süngun), según el “Arte de la Lengua General del Reyno de Chile” (1764), de Andrés Febres, es el “sapo de las aguas” que en esa época tenía bastante importancia (aunque probablemente menor que el Pillan).



Imagen 3: “Chilidúgu” (1777) de Bernardi Havestadt

Otro libro del cual obtuve más información fue el “Chilidúgu” (1777) de Bernardi Havestadt, en el que podemos encontrar los siguientes términos (reescritos en Che Süngun):

Pal, Srito: estrella, ¿Constelación?
Küla Srito: Tres Marías
Meli pal, meli srito: Cruz Austral
Wünelfü: Lucero
Yepun: Hesperus
Ngauku poñi: Pléyades
Puyellkün: ¿Cintillo?
Srüngako: dos nubes propias de la Vía Láctea.
Wanglen trananagkelu: estrella que cae (estrella fugaz)
Cheurfü: cometa

El “Chilidúgu” es un texto de dos tomos escrito en Lengua Mapuche y latín, por lo que agradecería si alguien pudiese corregir las traducciones al español de las palabras anteriores. Observamos de este trabajo la persistencia de los términos srito, pall, wünelfü y cheürfü. Además se mencionan tres nuevas agrupaciones estelares: las “Tres Marías” (Küla Srito), el “cintillo” y dos nubes propias de la Vía Láctea, además de un nuevo astro, Yepun (Hesperus). Respecto a las Pléyades observamos un cambio en el nombre respecto a lo publicado por Luis de Valdivia en los inicios del siglo XVII.



Imagen 4: “Vida y Costumbres de los Indígenas Araucanos” (1935) de Ernesto Wilhelm de Moesbach

Otro texto de gran valor es sin duda “Vida y Costumbres de los Indígenas Araucanos” (1935) de Ernesto Wilhelm de Moesbach, más conocido como las “Memorias de Pascual Coña”. Veamos algunos pasajes del libro con un intento de reescritura en Che Süngun y con algunas reinterpretaciones de las traducciones originales:

Müleyüm küme wenu ka ngenoyüm tromü, fei pun mo mütewe llifüswei tüfachi wangülen ka küsemallu.
Habiendo buen cielo y no estando nublado (no habiendo nubes), en esas noches (solamente) brillan las estrellas y los astros que parecen luciérnagas.

Üi-ngei aslün wangülen. Inche sre kimfin feichi Wünelfe, Wünyelfe pingei kai, ka feichi Yepun. “Kiñelei”, pi tañi Padre, ¿Welu chumpeichi mai? Inche kimlafin.
Muchas estrellas tienen nombre. Yo sólo conozco el lucero de la mañana y el lucero que lleva la noche. “Son una misma”, dijo el (mi) Padre (misionero), ¿Pero cómo puede ser? Yo no lo comprendo.

Ka kimniefin feichi trawkelechi Ngau, Ngau-poñi, ka Wechul-poñi [Wütrul Poñi] ka trawün-achawal pingei kai…
También conozco a la agrupación llamada Ngau (posteriormente trataremos de traducir el término ngau), Ngau papas o “montón de papas”, que también se llama “grupo de pollos” [las “Pléyades” según Moesbach]…

…ka tüfachi Witran [¿Witrafü?]: küla fütake wangülen wipüllkelei, ka küla welu-wipülkelei, epe “cruz”-felei feichi pu wipüll.
… también al “tirador”: tres estrellas grandes que están en fila, otras tres forman otra fila contraria, casi una cruz forman estas filas (líneas imaginarias) [según Moesbach “será el Orión”]…

Ka kimfin feichi Pünon-Choike
También conozco la(s) “pisada(s) o rastro del avestruz” [según Moesbach serían las “Tres Marías”]…

… ka Trana-Lükai
… y la “Boleadora tendida”.

... ka Meli-Pal, “Lasta-Wangülen” [¿?] ka “Kalo-Lasta” [¿?] pingei kai...
... y la Cruz del Sur, “¿Estrella rastra?” o “¿Estrella-carreta?” como también la llaman.

... ka Malal-Ofisha...
... también “corral de ovejas” [según Moesbach: “corral de ganado”]...

... ka Küsrü Weke...
... y “la llama (o guanaco) negro” [“pellejo oscuro” según Moesbach]...

... ka feichi aifiñ Wenu Leufü, Srüpu Apeu pingei kai.
... y el hermoso “río del cielo”, que también se llama “camino de la ¿fábula de creación del universo?” [“camino de las hadas” según Moesbach].

Ka pengekei pun mo feichi wenunagpachi Toki-Kusra ka kiñeke mo feichi füta Cheurfü. Fei ¿mashom? kütral sreke amukei wenumapu püle, fei ñampukei aslü tuwulu ñi lefn. Wesha pesrimol tüfa: “Mülepeai mai aukan, fisla, kake wesha süngu kai”, piam.
También se ve con frecuencia en las noches las “Piedras de los Toki (generales Mapuche)” [“hachas” o “meteoros” según Moesbach] caídas del cielo y algunas veces la gran bola de fuego que corre como un tizón en el cielo y se pierde lejos de donde empezó su rápido recorrido. Esta es una mala visión (mal presagio): “Seguramente habrá guerra, hambruna y también otras desgracias”, dicen.

Ka ngen mo lai antü ka küyen, ka fei pesrimontun-ngei.
Otras veces muere [“eclipsa”] el sol o la luna, que también es un mal presagio.

Pascual Coña aumenta el número de agrupaciones estelares conocidas por los Mapuche antiguos, sin embargo se presentan otros nombres para las que registraron los jesuitas Luis de Valdivia y Havestadt. Se observa además la adopción de términos del español (lasta: ¿rastra? y ofisha: oveja), por lo que probablemente el kuifiche Coña recibió los nombres de ciertas constelaciones en una etapa de transición.

Respecto a los eclipses… trataremos de buscar la visión Mapuche de este fenómeno en otra ocasión.

(Continúa...)

Videos de YouTube