- Neüneütu: es el equivalente de ofisha, o sea, las ovejas. Esta palabra proviene de la representación que el Mapuche antiguo asoció al balar de estos animales, por tanto, neüneütu es de origen onomatopéyico.
- Traloftu: es el equivalente de kawellu o kawello, es decir, caballo y/o yegua. Proviene del verbo tralofn que tiene las siguientes acepciones: golpetear, golpear un objeto con un martillo, galopar. Entonces el nombre hace referencia al sonido del galope de los caballos. Origen onomatopéyico.
- Wampu: es el nombre con que los Mapuche designamos a las canoas. Al parecer las canoas tenían una función de transporte de una importancia tal, que de alguna manera ha trascendido en el tiempo. Actualmente, el concepto wampu también involucra a los microbuses que recorren los difíciles caminos del territorio Künko.
- Laf-laf namun (pronúnciese la “l” como “sl” y la “n” entredientes): es el equivalente de kansu, o sea, los gansos. El origen etimológico (¡!) de esta palabra se encuentra en los términos laf, plano, y namun, pie o pata. En suma, laf-laf namun hace referencia al gracioso caminar de los gansos con sus patas planas.
- Srinkiwe o Shinkiwe: después del Tratado de Paz de 1793, con la consecuente reconstrucción de la ciudad de Osorno y el poblamiento de la misma con gente venida principalmente de Chiloé, se produjeron inevitables “relaciones interétnicas” (¡!) entre el territorio Mapuche libre y el territorio cedido a los españoles, que a la larga resultaron en la incorporación de algunos elementos de la cultura winka. Entre estos destaca la incorporación de la guitarra a la que los antiguos asociaron la palabra “srink” como sonido representativo (onomatopeya de un acorde mayor que probablemente es un Mi, en afinación normal). Por tanto, srinkiwe, es el objeto con el que se logra un “srink”.
martes, 22 de julio de 2008
Curiosidades del Che Süngun, revitalización y evolución de nuestra lengua, metal y otras yerbas…
Nuestra lengua es uno de los grandes legados que nuestros Kuifi Ke Che Yem nos han dejado. De eso no hay duda, pero muchas veces pareciera que en nosotros, las nuevas generaciones, el uso cotidiano del Che Süngun o Mapu Zügun (o como se llame la variante de cada territorio) va en retroceso.
Dado que las nuevas generaciones no hacemos uso “público” de nuestra lengua, es de esperar que la sociedad dominante cada cierto tiempo haga sentir que el Idioma del Pueblo-Nación Mapuche se extingue. Ejemplo >AQUÍ.
Evidentemente tenemos que revertir esta situación.
No es el propósito de estas líneas rebatir las opiniones u observaciones que pudiera realizar cierto sector de la sociedad chilena respecto al estado de nuestro Idioma. A decir verdad “no estoy ni ahí”. Prefiero escribir cosas que me suban el ánimo.
Con el debido respeto a la herencia de mis antepasados (como he aprendido de mi chau) me permito contar aquí algunas curiosidades de la variante del Idioma Mapuche hablada en el territorio Künko, actual provincia de Osorno hacia la costa, llamada Che Süngun (pronúnciese “che” casi como “tse”).
Ya a principios de 1600, Luis de Valdivia notó que si bien en todo el Territorio Mapuche se hablaba la misma lengua, existían variantes regionales claramente distinguibles que correspondían a unidades político-religiosas, de carácter dinámico, también claramente identificables. Dado el alto grado de autonomía de cada unidad, en este caso FütalMapu (que a su vez se subdivide en otras unidades más pequeñas hasta llegar al Lof o Müchuya, también con ciertos grados de autonomía), en lo que respecta al espacio territorial utilizado, al uso de recursos naturales, a las alianzas políticas, etc., que sumado a factores espaciales, climáticos y comerciales, es que se formaron las variantes que ahora conocemos. Evidentemente, estas variaciones territoriales, que no sólo se limitan a la lengua, nunca atentaron con el principio de unidad de la Nación.
De todas las variantes de la lengua Mapuche que han sobrevivido, la más divergente es el Che Süngun. Veamos algunas palabras curiosas:
WARNING: Las líneas siguen a continuación son una clara evidencia de que el autor de estas líneas exhibe un alto grado de farraguismo o, simplemente, es un wesha lonko. Se recomienda al lector descontinuar la lectura.
Probablemente, si el estilo musical de Chiloé hubiese sido un poco más pesado (con una afinación más baja), la onomatopeya no hubiera sido “srink” sino “sronk” (D,C#) o quizás “wronk” (B,A#,A). ¿Se imaginan un sronkiwe o un wronkiwe?
Ya que estamos en el tema de las guitarras, ¿Cómo podríamos llevar al Che Süngun el concepto “guitarra eléctrica”? Esto nos lleva a la pregunta: ¿Cuál es la manifestación natural de la electricidad que nuestros antepasados observaron? Respuesta: el relámpago o llüfken. Esto tiene sentido si pensamos que, por ejemplo, en el thrash los riffs son electrizantes y los solos son muuuuy rápidos (basta con recordar a Slayer o Kreator de mediados de los 80). Entonces, guitarra eléctrica = ¿llüfkelu srinkiwe? o ¿llüfke-srinkiwe?.
También podríamos irnos por el lado más pesado o fanelu. Esto tiene sentido si nos acordamos de esos riffs pesados de los primeros tiempos de Sepultura, o los primeros de discos de Suffocation y del resto de las bandas terminadas en “ation”. Por lo que tendríamos, de acuerdo a la traducción del Kimche Rosendo Huisca (a quien le agradezco sus enseñazas y que espero siga siendo mi maestro), fane-srinkiwe. También podría ser, según yo, siguiendo el ejemplo de Pascual Coña con la traducción de “fósforos”, fane-tayultualchi srinkiwe, lo que (según yo) sería “el objeto con el que se hace un srink y se obtiene música pesada” (Ud. ya está conciente del WARNING).
Ahora, ¿Por qué fane-tayultualchi y no fane-ulkantualchi? Según un pichi nütramkan que sostuve con un conocido ülkantufü del territorio del Fusi (Budi), el tayul es más informal que el ül, por lo que la primera opción DEBERÍA ser más adecuada.
Ya que estamos en el tema del metal, que en nuestra lengua se traduce como pañil o pañilwe, ¿Cómo podríamos traducir el concepto “batería”?
A la mente se me vienen los instrumentos de percusión Mapuche: el Kultrun y la Makawa (nótese que NO son LA Kultrun y EL Makawa). En Che Süngun, kultrun es el verbo “percutir” y no el instrumento en sí mismo. Es curioso notar que, lo que en otros territorios Mapuche se conoce como Kultrun, en el territorio Künko es el Kultru-sralitu o Kultra-sralitu, donde srali (rali), es la forma de cono truncado hueco, concepto que comúnmente se aterriza como “plato”. Por tanto, batería sería Füta Kültrukawe, pero debido a la importancia ritual del Kultrun es posible que por aquí no vaya la cosa. Por otro lado, respecto al origen etimológico de la palabra Makawa, por el momento, me resulta un completo misterio… y no se me ocurren otras opciones.
Lo que pretendo mostrar, después de escribir tanto disparate, es que dado que las actuales generaciones nacemos en un mundo donde la cultura occidental es atractiva en muchos ámbitos, los Mapuche tenemos que ir actualizando ciertos aspectos de nuestra cultura, entre ellos nuestra lengua.
A muchos de nosotros nos gusta la música winka (metal, rancheras, cumbias, hip-hop, punk, boleros, etc.), a algunos el arte, a otros las viviendas o los automóviles o los partidos políticos (lamentablemente) y no por eso dejamos de ser Mapuche, contrariamente a lo que sostiene el omnisciente historiador chileno Sergio Villalobos. Evidentemente, no debemos aceptar todo lo que el mundo occidental nos “ofrece”, por lo que debemos aplicar el Kuifi Srakisuam y tomar los elementos que permitan la permanencia en el tiempo de nuestro Pueblo. No olvidemos que alguna vez el gran chileno Leftraru incorporó al traloftu (caballo) para lograr un equilibrio de fuerzas con los invasores españoles.
En este proceso también deberíamos, en mi opinión, “contaminar” con nuestra cultura al entorno en que nos desenvolvemos: nuestras casas, trabajos, hospitales, escuelas, universidades, la música, el arte y hasta los autos (en el caso de los Mapuche que tengan uno). De esta forma mantenemos viva parte de nuestra cultura.
Y como todo en el universo tiene su complemento, hay aspectos que no tienen que cambiar: el deseo de recuperar nuestro territorio, vivir día a día nuestra religión y luchar para que nuestra Nación pueda elegir su destino con libertad.
Wisrintufi Millalikan en 15:37
Etiquetas: che süngun, srakisuam
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