viernes, 12 de marzo de 2010

¿Le gustaría que profanaran la tumba en la que se encuentran los restos de su padre, su madre o alguno de sus antecesores?

¿Le gustaría a usted que los restos de su familia o sus propios restos fuesen exhibidos en un museo?

A mi no.

Hoy me he encontrado con el siguiente noticia del diario Austral de Osorno (he destacado algunas partes):


A un valioso hallazgo del patrimonio arqueológico premapuche corresponderían las osamentas humanas, piezas dentarias y dos artefactos cerámicos encontradas la tarde del miércoles por trabajadores osorninos encargados de la construcción de un conjunto habitacional en el sector La Campiña en Cañal Bajo, distante 8 kilómetros del centro de Osorno.

Se informó que las piezas de arqueología tendrían una data superior a 1.500 años y aparecieron en la excavación de tierra de 90 centímetros de profundidad donde se pretenden asentar los cimientos de la respectiva edificación. Acto seguido, los encargados de las obras dieron cuenta de lo sucedido a personal de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones.

En el lugar aparecieron dos fragmentos de cráneo -al parecer de un hombre- acompañado de 29 piezas dentales en regular estado de conservación y dos cerámicos de 15 centímetros de altura, lo que correspondería a una antigua cultura premapuche, de acuerdo con el informe pericial preliminar.

Aún en el sitio del histórico hallazgo permanece el resto de las piezas óseas, cuyo trabajo de extracción tendría que llevarlo a cabo personal especializado en arqueología para rescatar en buenas condiciones la estructura superior e inferior del esqueleto de este NN.

En primera instancia y en el área del hallazgo se constituyó el arqueólogo policial Rafael Abarca, acompañado de personal de la Brigada Investigadora de Delitos Contra los Derechos Humanos de Santiago, para verificar in situ la presencia de las osamentas junto con realizar algunos levantamientos de evidencias.

RESGUARDO
El profesional de la PDI de Santiago, comentó a este Diario que los restos óseos y utensilios indígenas encontrados en Cañal Bajo, quedarán en resguardo en el cuartel de la PDI de calle Amthauer y deberá tomar conocimiento de este hecho, igualmente, el Departamento de Conservación de Monumentos Nacionales.

Efectivos policiales osorninos de la Brigada de Homicidios, continuarán trabajando en la recolección de información para analizar la continuidad de las obras de construcción en el sector y a la espera de la presencia de los expertos en el tema.

Los agentes policiales osorninos señalaron que el hallazgo arqueológico responde a un valioso rescate cultural, lo que podría llevar a determinar la presencia de asentamientos indígenas premapuches con su artesanía en el área.

Gabriel Peralta, encargado del Museo Municipal de Osorno, también se hizo presente en el cuartel de la PDI en calle Amthauer, para reunir información en torno a las piezas encontradas e intercambiar conocimiento de otros hallazgos similares realizados en la comuna.

Fuente: Diario Austral, Osorno, 12 de marzo de 2010

Nuevamente nos encontramos con la profanación de una tumba de nuestros kuifikeche y el saqueo de las riquezas de nuestro pueblo... y nuevamente no estamos preparados para defender nuestra herencia.

¡Pero cuidado! Los restos encontrados no son Mapuche. Son "premapuche".

Desde hace mucho tiempo se ha insistido en la idea de que los Mapuche no somos originarios del terreno que habitamos y que sólo hemos llegado unos pocos siglos antes que los españoles, invadiendo de paso a otros pueblos que sí serían "originarios" de este territorio. Para empezar, asumiendo que el ser humano no tiene sus orígenes en América y que llegó ya sea por Bering u otras rutas, ningún pueblo es -en rigor- originario de América. Sin embargo, es indudable que como primeros pobladores nuestros derechos son preexistentes a la formación de los estados en los que actualmente nos encontramos insertos. Segundo, dada la continuidad idiomática y cultural (alfarería, alimentación, técnicas, organización, toponimias, etc.) el Pueblo Nación Mapuche ya llevaba al menos un milenio en el territorio en el que todavía sigue existiendo y las diferentes manifestaciones encontradas son sólo el reflejo de diversas etapas de nuestro desarrollo, en el que se han vivido épocas de esplendor como épocas de oscuridad (en la que se han perdido innumerables prácticas ancestrales). Por lo tanto, los artefactos encontrados no son "premapuche", son Mapuche, son nuestros.

Tan sólo basta con revisar la alfarería y los nombres de las piezas encontradas para darnos cuenta de la continuidad subyacente, de la permanencia y la persistencia de nuestra cultura ancestral.

Pero, ¿Qué pasa cuando el estado chileno o argentino y terceros no Mapuche encuentran y se adueñan de restos y artefactos de nuestros ancestros?

Muy simple: roban el patrimonio material e inmaterial de nuestro pueblo.

Los restos encontrados, tanto ahora como en todo el proceso de invasión, no pueden ir a parar a museos o a colecciones privadas, deben ser devueltos, idealmente al lugar donde se encontraron y establecerse su adecuada protección para así reparar, en parte, el daño realizado al püllü y al alwe de nuestros muertos. Como pueblo que nos ufanamos de ser, tenemos la misión de proteger y recuperar nuestro legado ancestral, nuestro patrimonio... nuestras riquezas exhibidas en museos sólo humillan a nuestros kuifikeche yem.

Como escribí alguna vez, lo único que espero es que en 200 años más a ningún arqueólogo se le ocurra perturbar mi sepultura y robarse mi püllü y los objetos que allí encuentre para mostrarlos en un museo. Como medida precautoria incluiré una dosis de veneno en mi “wampu” mortuorio y unas cuantas maldiciones.

Afi ta ta fachi srakisuam.

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